Una
nueva generación de pintores murcianos de principios del siglo XX
reacciona contra <<la pintura adocenada y de un realismo mísero
que hacían aquellos pintores nacidos en el siglo XIX, y que llenaban el
ambiente regional>>, nos dirá Ramón Gaya.
Se produjo un cambio notable en la pintura murciana, por una necesidad
de renovación y en parte gracias a la llegada de unos pintores ingleses
a la ciudad que influyeron de manera notable en esos jóvenes artistas.
Estos ingleses -convalecientes de la Primera Guerra Mundial- llegaron
en torno a los años 20. Eran Darsie Japp, Cristóbal Hall y Wyndham
Tryon. Ellos trajeron las primeras noticias de las vanguardias y con
ellos llegaron los primeros libros y revistas, no solo de los
impresionistas o de los post-impresionistas, sino también de Pablo
Picasso, George Braque, Henry Matisse, André Derain y de todos aquellos
movimientos de vanguardia que se simultaneaban en París, centro mundial
de novedades.
Así, gracias a las revistas y reproducciones que trajeron los ingleses,
la pintura de los artistas murcianos comenzó a teñirse de las
tendencias vanguardistas.
La actual exposición es una búsqueda en marcha de algunos trabajos que
'coquetean' con la modernidad de cuatro autores: Bonafé, Gaya, Garay y
Flores. Una pequeña muestra -breve, pero intensa- que, gracias a la
generosidad de coleccionistas privados y el Museo de la Ciudad de
Murcia, reúne algunas obras experimentales de este grupo de amigos.
Luis Garay tuvo un acercamiento muy tímido <<Garay tendía poco a
la vanguardia; era un pintor más bien local, diría yo>> comenta
Ramón Gaya. Flores, sin embargo, estaba obsesionado con la idea de ser
un pintor de la “Escuela de París”. En la exposición 'Murcia
vanguardista' está el ya icónico cuadro 'Cojico de Yeste', un símbolo
de la modernidad donde se aprecia la búsqueda formal que ha emprendido
el pintor <<El cuadro de Pedro Flores -nos dirá Gaya- conocido
como El Cojico; con todo, es superior al Matisse de donde parece haber
partido, ya que el cuadro francés es desde luego más superficial y
decorativesco>>.
Veremos también una obra de Juan Bonafé, el menos 'atrevido' de todos,
pero con algunas pequeñas concesiones a la modernidad más difíciles de
localizar en el conjunto de su obra.
Y resulta paradójico que Ramón Gaya, el pintor más joven del grupo (y
posteriormente el más crítico con la vanguardia) fuera el más
'moderno', el que experimenta más cambios: <<sufrí y pasé por
casi todos los “ismos”, salvo el surrealismo, que no me pareció nunca
un material pictórico, sino más bien poético>>. Todos esos
cambios formales de su etapa de juventud se aprecian en las obras donde
hay clara influencia de Cézanne, el cubismo y post-cubismo, Picasso...
Sin embargo, esa incursión en la vanguardia o esa 'búsqueda formal
ingenua' (como la definió Gaya) la abandonarán muy pronto todos a
excepción de Flores. Tras viajar los tres a París y ver en vivo las
vanguardias, conocer en persona a Picasso, exponer con éxito... Garay y
Gaya -decepcionados- vuelven a Murcia, haciendo una pintura anclada en
la realidad en contraposición a Pedro Flores, que a partir de entonces
residirá en París, muy atento a la actualidad.
La exposición podrá verse en la Sala Velázquez del Museo Ramón Gaya desde el 4 de noviembre de 2022 hasta el 4 de enero de 2023.
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